Los profesionales de la salud municipal de Colchane se sienten sobrepasados por el aumento de las atenciones a los migrantes irregulares, cuya demanda ha crecido desde que el gobierno instaló el campamento transitorio en el Complejo Fronterizo Integrado de Chile Y Bolivia, cuya instalación y administración quedó a cargo de una empresa de eventos, la cual no cuenta con profesionales de salud.

Los profesionales realizaron una manifestación a fuera de la posta de Colchane, en la hora de su colación, para visibilizar la falta de recursos económicos y humanos para hacer frente a la demanda de atenciones de salud de los migrantes irregulares además las precarias condiciones en que estos viven en el campamento transitorio.

La Directora de Salud Municipal, Yolanda Flores, considera que el gobierno es responsable del desmedro de la situación de salud en la comuna, como lo manifestaron los profesionales de la salud, “Los entiendo y los comprendo acá hay una irresponsabilidad de parte del gobierno, del Estado de Chile… implementando una carpa transitoria para la gente que llega angustiada, que no tienen personal a cargo para que puedan acoger a esta personas. Les siguen vulnerando sus derechos y no tiene recurso humanos de salud para poder darles atención”.

La directora denuncia que han informado al Servicio de Salud de esta situación sin encontrar respuesta, “Todo lo que llega a Colchane es atendido y solucionado… por los funcionarios de salud. Esto ya lo había informado al Servicio de Salud, que los funcionarios están cansados, agotados de seguir apoyando en las atenciones a los migrantes que han sido últimamente explosivo el número que hemos atendido.

Flores estima que la urgencia por la presencia de migrantes hace imprescindible la implementación de un Servicio de Atención Primaria de Urgencia (Sapu), “por qué no podemos seguir presionando a nuestros funcionarios, agotándolos mental y físicamente”.

Profesionales

Para el doctor Guillermo Tapia, la situación se hace cada vez más insostenible. “Es agotador, los horarios y jornada laboral son muy agotadores por parte de la atención a migrantes. El equipo está totalmente agotado, especialmente el fin de semana, porque no hay apoyo por parte del Servicio de Salud. Sacamos funcionarios de nuestro apoyo a la comunidad para atender migrantes quienes son muy exigentes. Hemos tenido problemas que quieren atención muy rápido y ser derivados al hospital un otro tipo de establecimiento”. El Facultativo pide al gobierno un mayor financiamiento y más empatía con el servicio de urgencia de Colchane.

Romina Aguilar, llegó en noviembre del año pasado a Cochane para trabajar como dentista y está de acuerdo con las demandas de sus colegas, “Me tocó vivir la crisis del febrero de este año y llevamos bastante tiempo esperando soluciones concretas y reales y esto del refugio no ha sido la solución adecuada tampoco se le ha considerado la opinión de la gente que está a cargo de la posta. Veo que ha pasado y sigue pasando el tiempo que hay soluciones parche, el equipo está desgastado la mayoría de personal médico, incluso kinesiólogos psicólogos están cumpliendo funciones que no les corresponden y se deja a las personas de los usuarios de la comuna por atender y ayudar a las personas migrantes”.

La odontóloga describe la delicada situación que se vive a diario desde la instalación del campamento transitorio. “Ha sido bastante caótico por que el personal no da abasto para satisfacer las necesidades de los migrantes… que están teniendo necesidades en salud, urgencias y no contamos con el personal para poder atenderlos. Nos damos cuenta que en el refugio, que está en la frontera, no están las condiciones básicas para velar en su salud, en sus derechos. En estos momentos están hacinados. Allá no hay personal de salud que los atienda en primera instancia y siempre llegan a la posta buscando ayuda, porque claramente la necesitan. Han llegado pacientes con fracturas, muchas embarazadas deshidratados y hemos tenido que ocupar recursos acá del CGR para poder atenderlos”.

El alcalde de Colchane dice entender las demandas del personal de Salud Municipal. “La migración sigue descontrolada en Colchane, hemos visto como cientos de migrantes ingresan al refugio que instaló el gobierno sin embargo, en la mayoría de ellos reclaman no recibir abrigo y viene a solicitar implementos, alimentos, agua y vienen muchas veces de mala forma poniendo en una situación compleja a nuestros funcionarios, que ya están cansados y que pretenden emigrar de nuestra comuna. Esto produce un detrimento económico de nuestro municipio que nadie responde. Hemos solicitado de manera reiterativa al gobierno la implementación de un “Sapu”, que es urgente para poder a atender a cientos a migrantes que llegan toda la noche, todos los días a nuestro consultorio.

Migrantes

En la plaza de Armas de Colchane han vuelto a aparecer los rostros desesperados de migrantes venezolanos, y también las caravanas de migrantes caminantes que junto a sus hijos buscan salir luego de la comuna de Colchane que queda a 3700 M.S.N.M. y a más de 200 kilómetros de la costa.

Acusan que al campamento transitorio se encuentra colapsado y que no presenta condiciones mínimas de salubridad. La venezolana Jenny Valor, llegó con su familia el domingo y pernoctó en la Plaza de Armas de Colchane, “No fui al refugio porque hay muchas personas ahí. Uno tiene que estar resguardándose del covid, porque de verdad hay demasiadas personas ahí”.

Por otro lado los migrantes venezolanos acusan que las autoridades chilenas les han prohibido a los transportistas trasladarlos debido a su nacionalidad, como reclama Luisine originaria de Maracaibo, Venezuela. “No nos están dejando pasar a nosotros, a los venezolanos. Estoy con mi bebe desde ayer. Los conductores nos dicen que está prohibido llevarnos a nosotros pero vemos que han montado a otros bolivianos, colombianos etc. Me siento horrible que nos discriminen así”.

Rosibel Alvear, tiene 5 meses de embarazo. En el Centro de Enfermedades Respiratorias de Colchane le diagnosticaron presión arterial alta y una infección en la zona vaginal producto del viaje. Ella espera que las autoridades empaticen con lo que ellos están sufriendo, “Soy una persona que viene de un país que está destruido. Solo vengo querer una mejor vida y más nada y que nos dejen pasar. Imagínese parar cinco días aquí y con este frío, tengo mucho miedo. ¿Qué vamos hacer? Esperar, porque tampoco podemos llevar la contraria a las autoridades. Solo un poquito de consideración y misericordia”.

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